Vivir en sociedad nos impone cierto grado de autocontrol. Recientes
Investigaciones científicas nos señalan que la manera en que
Respondemos ante impulsos, emociones, sentimientos o ansias,
Está determinada por ciertas características del cerebro. Sin
Embargo, el ambiente familiar, la educación y los niveles de stress
Pueden modificar la capacidad para controlarse. Las personas que
tienen problemas para
Controlarse y a
menudo hacen cosas sin medir las
Consecuencias de sus
actos, pueden estar teniendo
Problemas en el
cerebro. La impulsividad es una
Predisposición a
reaccionar rápidamente, no
Planificada, ante
estímulos externos o internos, sin
Que cuenten las
consecuencias negativas de estas
Reacciones en
relación con la propia persona u otros.
Hay personas que
durante su vida han tenido varias
Explosiones, dando
lugar a actos violentos,
Destruyendo
propiedades, participando en conductas
Peligrosas,
inapropiadas o poco razonables.
La pérdida de control
puede ocurrir a cualquier
Edad. Sin embargo,
los jóvenes son muy
Susceptibles, porque
se encuentran aprendiendo
a cómo controlar sus
pensamientos, sentimientos,
Acciones. Hay
personas que aprenden después
De que ya han hecho o
se han hecho mucho daño.
Hay otras que parecen
nunca aprender. La diferencia
Puede estar en su
cerebro.
Investigaciones
recientes, señalan que si bien
es cierto que el
ambiente juega un papel determinante
el hogar, los modelos
a seguir, la crianza y el stress
al cual está sometido
el individuo, el cerebro y la
genética son claves
en el control de los impulsos.
Una zona del cerebro
el núcleo accumbensparece
estar muy involucrada
en la conducta
impulsiva. En esta
pequeña región, se recibe la
información que viene
de la corteza prefrontal el
razonamiento y de la
amígdala cerebral las
emociones. El núcleo
accumbens pone en una
balanza la lógica y
el sentimiento para dar la
respuesta adecuada.
Hay etapas en la vida
en las que es más difícil
establecer el balance
entre la lógica y las
emociones. Por
ejemplo en la adolescencia.
Investigaciones
científicas han demostrado que
la amígdala madura
mucho antes que la corteza
prefrontal, y
entonces la información “lógica” que
llega al núcleo
accumbens no es lo suficiente
fuerte para “nivelar”
la información emocional.
Otros estudios en
adolescentes han revelado
que aquellos que
tienen dificultad para controlar
sus impulsos tienen
una actividad anormal en el
núcleo accumbens.
Siendo más propensos a caer en vicios como el cigarrillo, el alcohol, las
drogas, jugar con
armas cargadas e incurrir en
conductas delictivas
y a reaccionar
inadecuadamente ante
la adversidad.
Controlar los
impulsos no es un problema solo
de algunos
adolescentes. Muchos adultos tienen
problemas para
controlarse. Unos se hacen adictos
al alcohol, al juego,
al sexo, a la comida, otros
“explotan” y
reaccionan con agresividad, ante
pequeños estímulos
originados muchas veces
hasta por seres
queridos.
La ingesta de alcohol
y de drogas, aumenta el
estado de
impulsividad, aun cuando la persona no
este bajo la
influencia de esas sustancias. La falta
de sueño, el estrés,
y hasta una ingesta elevada
en carbohidratos, son
circunstancias que pueden
hacernos más
irritables. Cada quien debe poder
conocer los detonantes
de su falta de control. Así
también, es
importante la práctica de actividades
como el ajedrez que
ayudan a fortalecer el
razonamiento,
activando preferentemente la
actividad
de la corteza prefrontal.
¿Tiene problemas para
controlar sus impulsos?
Todo el mundo tiene
sus momentos en los que
pierde los estribos,
se comporta impulsivamente o
sucumbe ante
tentaciones para después reprocharse
así mismo por ello.
Cuando estos momentos han
causado consecuencias
importantes, es el momento
de preguntarse:
¿Reacciono
fuertemente ante la menor
provocación o cuando
me llevan la contraria?
¿Me siento mejor
cuando hago algo sin
necesidad de pensarlo
mucho?
¿Soy una persona con
poca paciencia?
¿Tiendo a perder el
control de mí mismo?
¿Pienso que las cosas
que hacen los demás no
son tan buenas como
las que yo hago?
¿Cuándo se me ocurre
algo tengo que llevarlo
a cabo porque si no
me pongo intranquilo?
¿A veces mis
reacciones me sorprenden?
¿Me gusta quedar por
encima de los demás?
¿Hago y digo cosas
sin pensar en sus
consecuencias?
¿He hecho cosas que
me resultaban imposibles
de resistir?
¿Creo que soy
bastante impulsivo?
¿Mi carácter es
“fuerte”, “temperamental”?
¿Siempre se hace lo
que yo quiero?
¿Me he colocado en
situaciones de riesgo?
¿Me resulta muy
difícil esperar largo tiempo para
recibir cualquier
cosa que me haya merecido?
¿Cuándo hago o digo
algo, espero que los
resultados se vean
pronto?
¿En líneas generales
soy una persona bastante
exigente?
¿Me coloco en algunas
situaciones que suelen
acelerarme el corazón
al límite?
Es posible que si ha
respondido con un si a tres
o más de las
preguntas, usted tenga un problema
de control de los
impulsos.
Todos tenemos
“impulsos”, y si, hay personas que
tienen una
personalidad “fuerte”. Pero el problema
se crea cuando el no
poder contener nuestras
reacciones ante los
impulsos que generamos frente
a
situaciones, personas o circunstancias.
QUE HACER
PARA MEJORAR
Lo difícil es verlo
en uno mismo. Los problemas
con el comer en
exceso, comprar demasiadas
cosas, apostar,
pelear a diario, “aguantarse a la
gente” o sentir que
es fácil que a uno “le saquen
la piedra”,
adicciones, meterse en problemas,
son todos problemas
con el control de los impulsos.
Aquí le damos algunas
sugerencias sobre como
controlar sus
impulsos y manejar las emociones
negativas
como la rabia, ira, angustia.
Reconozca
como se siente, aunque no lo haga
en público
RELAJESE, Relájese repitiéndose
mentalmente “calma” mientras respira profundamente
traiga a su mente
imágenes que producen
paz. Mueva un poco su
cuello, sacuda
suavemente sus manos.
Practique
diariamente, de
manera que cuando se le
presente
la ocasión se relaje automáticamente.
CAMBIE SU MANERA
DE PENSAR
más racionales. En
vez de decirse, “hago
lo que quiero y que,
total es mi vida”, “soy
así y el que me
quiere me quiere y el que
no, no”, “la gente es
inepta”, dígase a si
mismo, “estoy
molesto, ponerme furioso no
va a arreglar nada”,
“estoy ansioso, pero
irme a gastar la
plata al centro comercial no
es una buena idea”,
“estoy triste, pero no
por eso me voy a
tomar”. Reconozca que
debe
cambiar.
APRENDA A RESOLVER PROBLEMAS O ACPTAR
QUE NO TIENEN SOLUCION
Haga un plan, analice
la situación. Busque
ayuda de alguien que
haya superado
Situaciones
similares. Tenga paciencia.
COMUNIQUESI MEJOR
Escuche, no anticipe
las conclusiones ni
las palabras que la
otra persona va a decir.
Piense sus
respuestas, no sea ofensivo ni
diga malas palabras.
Es natural estar a la
defensiva cuando se
es criticado, pero no
pelee.
LEA LIBROS
DE AUTOAYUDA Y
BUSQUE AYUDA
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